El Peugeot Rifter es el vehículo más polivalente de Peugeot. Su estética nos engaña y nos hace pensar que es un Peugeot Partner, pero la realidad está más lejana, pues es un monovolumen que llega para cubrir el espacio que dejaron el 3008 y 5008, ya que pasaron a convertirse en SUVs.
Mide 4,40 metros de largo, 1,84 de ancho y 1,79 de alto. Se ofrece en cuatro acabados: Access, Active, Allure y GT Line, y en dos tipos de carrocería, Standard o Long. También se puede optar por una configuración de 5 o 7 plazas.
El único motor gasolina disponible es el 1.2 Puretech de 110cv, mientras que en diesel podemos elegir el 1.5 Bluehdi de 75, 100 o 130cv. El cambio podrá ser manual de 5 o 6 velocidades o automático EAT8.
Aunque su estética sea tipo furgón, su conducción y su interior alejan este pensamiento de nuestras cabezas. Es un vehículo muy polivalente, mezcla de monovolumen y SUV, que se convierte en una gran opción para aquellas personas que sean viajeras y quieran mucho espacio y sobre todo, disfrutar de un buen trayecto. De hecho, comparte plataforma con el 3008, la conocida EMP2.
En cuanto a su exterior, la parte delantera se presenta con un aspecto muy robusto y alto, siguiendo la línea del resto de modelos Peugeot. El lateral posee ese look de furgón, que a su vez dota de una gran habitabilidad al interior, aunque podemos apreciar elementos en negro que recuerdan a los SUV. La parte trasera es alta y encontramos un gran portón que puede abrirse de dos formas. Las garras del León están en disposición vertical, diseño distinto al resto de la gama Peugeot.
El interior sigue la filosofía del resto de sus hermanos: i-Cockpit, pantalla de 8″ en posición flotante y un gran espacio y comodidad en su interior. Plásticos duros con buen anclaje y detalles de color bronce aportan un gran diseño a este interior, que además posee numerosos huecos y portaobjetos.
El cuadro de instrumentos es clásico, con una pantalla en el centro con multitud de información. El sistema de infotainment posee conectividad y mapas, es fluido y con una buena interfaz (la habitual de este sistema). Una de las peculiaridades de este Rifter es que el climatizador no se ha mantenido dentro del sistema de infoentretenimiento, sino que se ha incorporado fisicamente justo debajo. Otra novedad es que incorpora también freno de mano eléctrico. Los asientos son comodisimos, con un buen material y de ajuste manual, además de tener dos apoyabrazos, tanto piloto como copiloto, para poder realizar trayectos largos mucho más cómodos.
La parte trasera, en esta unidad de 5 plazas, el espacio es sensacional. Los materiales son los mismos que los de las plazas delanteras, y la ausencia de túnel de transmisión junto a 3 asientos individuales hacen que este Rifter sea un vehículo muy confortable y práctico.
El maletero es de apertura manual, pudiendo abrirse desde la luneta o de manera normal. Dentro encontramos 599 litros de capacidad, con unas formas regulares y boca de carga baja unida a un piso totalmente enrasado. Si abatimos los asientos obtenemos un gran espacio para cargar objetos muy grandes.
En marcha, no parece que vayamos a bordo de un vehículo de estética tipo furgón. El gran trabajo realizado por Peugeot ha hecho que este Rifter se conduzca igual que un SUV o monovolumen. Disponemos del motor 1.5 Bluehdi, diésel de 4 cilindros y 130cv, unido a una caja de cambios manual de 6 velocidades. Es un motor sensacional, potente y poco ruidoso. Empuja sin problemas en cualquier rango, por lo que no notamos falta de potencia nunca. Los consumos son contenidos, obteniendo un consumo mixto de 5 litros y medio. En carretera desciende hasta los 5 litros, y en ciudad puede subir hasta los casi 7 litros. La dirección es precisa y el tacto es perfecto, intermedio.
La caja de cambios es típica en el resto de modelos de Peugeot, con recorridos normales y un escalonamiento bueno. Las suspensiones trabajan excelentemente tanto en ciudad, donde son cómodas ante los resaltos, como en carretera, donde se muestra aplomado. Los frenos actuan eficazmente, quizás más de lo esperado, sobre los 1.505kg que pesa esta unidad. La sensación de conducción es agradable, con una postura alta y con todo muy a mano gracias a la filosofía i-Cockpit. EN cuanto ayudas a la conducción tenemos: vigilancia activa de cansancio del piloto, luces largas automáticas, control de cambio involuntario de carril con corrección del volante, aviso de ángulo muerto, control crucero, cámara de 180º, Park Assist.
En general, es un gran vehículo que vale para cualquier uso, siendo perfecto para viajes y trayectos largos en los que se necesite un vehículo polivalente, cómodo y con potencia de sobra y ayudas a la conducción.
Los precios parten desde los 17.000 euros. Nuestra unidad de prueba, con el acabado, motor y extras, se encuentra en torno a los 22.000 euros.