El Hyundai I30CW es el compacto familiar de la marca coreana, un modelo que como ya sabéis acompaña a la gama I30 e I30 Fastback. En este familiar vemos una carrocería 24cm más larga que en un i30 Hatchback, llegando a los 4,58m, a la vez que también es 1cm más alto. La batalla sin embargo se mantiene idéntica con 2,65m.
Se ofrece en tres acabados: Klass, N Line y N Line X y se puede optar por un motor diésel para el acabado más básico y sin hibridación de ningún tipo, el 1.6 CRDI de 116cv y cambio manual de 6 relaciones y en gasolina tenemos el 1.0 T-GDI de 120cv sin y con microhibridación de 48v y cambio manual de 6 velocidades, con embrague electrónico para la versión de 48v y el motor más potente es el 1.5 T-GDI de 160cv siempre asociado al cambio automático 7DCT y a la hibridación ligera de 48V que le otorga la etiqueta ECO. Sí, más de uno habrá leído o visto que este i30 tiene más motores y acabados, pero es que recientemente en el configurador de Hyundai se ha reducido la gama i30CW.
La estética exterior fue renovada ya que recibió un restyling de esta tercera generación hace dos años y al cual se le ha añadido el acabado deportivo N-Line. Con el vemos un paragolpes delantero con un diseño más agresivo e incluso con unas entradas de aire para refrigerar los frenos. La parrilla también es especifica de este acabado, incluyendo el logo N Line, que también se integra en la aleta delantera. Los faros tanto delanteros como traseros se renovaron con un diseño ahora más refinado y con la integración del led para la luz de freno y para las luces de carretera. El parachoques trasero también es específico de este acabado y deja ver dos salidas de escape reales, todo un detallazo. Las llantas van de las 16 a las 18” bicolor como es el caso de nuestra unidad, que incluso van montadas sobre unos Michelin Pilot Sport 4 que mejoran el agarre en conducción deportiva.
Respecto a los colores exteriores, podremos elegir entre 12, siendo el de nuestra unidad el Sunset Red perlado con un sobrecoste de 500 euros.
El interior del i30CW presenta novedades con el acabado N-Line X, y es que se introduce un sistema de instrumentación semidigital de 7″ con abundante información sobre parámetros a tiempo real, ayudas a la conducción e incluso indicaciones de la navegación. Otra de las novedades es el nuevo sistema de infoentretenimiento de 10,25” llamado BlueLink, que cuenta con navegación, conectividad plena para móviles, cámara de visión trasera, todo ello con unos buenos gráficos, fluidez de la pantalla y capacidad táctil, además de contar con una posición alta para no distraer tanto la vista de la carretera. Por lo demás en estas plazas delanteras es idéntico al que vimos de la mano de nuestro compañero Sergio en el i30 Hatchback N-Line.
Las plazas traseras no cambian en tamaño, ofreciendo correcto espacio para rodillas y cabeza, aunque los asientos delanteros no permiten introducir los pies bajo los mismos. En la plaza central encontramos un reposabrazo central. Encontraremos dos redes para colocar alguna revista tras los asientos delanteros y tendremos un pequeño hueco en la puerta.
El maletero es enorme con 602 litros, con formas muy regulares y bien aprovechadas. Además la boca de carga es confortable, ya que es bajita y enrasada con el piso del maletero. Cuenta con un montón de huecos en el interior, perfectos para introducir hasta alguna que otra mochila. Un detalle a mejorar es que no ofrece un portón eléctrico, que la competencia más directa si puede equipar en los acabados más altos.
La novedad en cuanto a motorizaciones es el nuevo bloque 1.5 T-GDI de 160CV, con cuatro cilindros, turbo e hibridación ligera de 48V. Este motor solo se puede equipar con cambio automático de doble embrague de siete velocidades. Es un motor que acompaña muy bien a la estética deportiva del i30CW, ofreciendo buenas sensaciones y dinamismo. Los cambios de marcha son rápidos, dando una sensación dinámica de diez, aunque en ciudad notamos que es algo tosca, típico de un cambio automático de este tipo. Otro fallito que hemos encontrado, es que no tenemos unas levas detrás del volante para gestionar el cambio de manera manual y nos tocará ir directamente a la palanca para jugar con las marchas. En el modo ECO es capaz de llanear con el motor apagado, siempre que la electrónica lo crea conveniente.
Los 160CV se notan y es que acelera de 0 a 100km/h en 8,8 segundos y una velocidad punta de 210km/h, y es que a nuestro gusto es el motor perfecto para este i30CW. Los 160cv se entregan a las 5.500rpm, y nos ofrece un par máximo de 253Nm, los cuales se entregan desde las 1500 rpm hasta las 3500 rpm. El consumo que homologa es de 6,1 litros, siendo una cifra bastante acertada sobre todo en carretera en un viaje largo, En ciudad es fácil ver el consumo en 7,4 litros y la media rodando por todo tipo de vías, es de unos 7 litros.
La dirección y suspensión tienen un ajuste y tarado específicos para esta versión N-Line X, donde tendremos una dirección algo más dura que en una versión no deportiva, siendo bastante directa. El volante ayuda mucho transmitiendo la carretera gracias a su gran agarre y diseño. Por parte de la suspensión, se nota muy aplomado y estable, ofreciendo un gran confort en marcha, ya que el ajuste no es duro del todo para permitir un uso diario. En general los ingenieros han optado por unos ajustes neutros aunque no anodinos, para dar la opción entre una conducción tranquila y más dinámica.
Hablando de precios, las tarifas para la versión familiar del i30 parten de los 18.420 euros con el acabado Klass y el motor de gasolina de 120cv, mientras que nuestra unidad con el motor de 160cv, el acabado más alto y el color rojo perlado se va hasta los 29345 euros con los descuentos y promociones de Hyundai a la hora de realizar esta prueba.
Respecto a ayudas a la conducción, este i30 con el acabado más alto nos incluye un control crucero adaptativo, faros de led con activación de las largas automáticas, sensor trasero con cámara, reconocimiento de señales de tráfico, aviso del cambio involuntario de carril con corrección del volante, aviso de precolisión con frenada de emergencia delantera capaz de detectar peatones, ciclistas y vehículos, viene muy completo, aunque le hemos echado en falta el sensor de aparcamiento delantero y el control del ángulo muerto.