El nuevo Land Rover Defender se trata del torreterreno de lujo de la marca británica. Hoy nos vamos a centrar en la versión 90, que mide 4,32m de largo, más 26cm de lo que sobresale la rueda de repuesto, 1,99m de ancho y 1,97m de alto, mientras que su batalla es de 2,58m. Sobre los acabados tenemos 8 distintos, siendo el nuestro el segundo más bajo de gama, el SE. Sus propulsiones no bajan de los 6 cilindros en línea, y tenemos en diésel el D250 mild hybrid con etiqueta ECO de la DGT. En gasolina tenemos el P400 de 400cv también microhíbrido con etiqueta ECO y la joya de la corona, el P525 un 5.0 V8 con compresor que rinde 525cv y etiqueta C de la DGT. Por último para el Defender 110, tenemos una propulsión híbrida enchufable de 404cv con etiqueta 0 emisiones y 43km de autonomía eléctrica.
Nuestra unidad cuenta con un motor descatalogado, el diésel D200 de 200cv, que es el mismo motor que el D250, pero este con 250cv. Se trata de un bloque diésel de 3 litros y 6 cilindros en línea, que sin duda es el más recomendable de escoger por su etiqueta ECO, prestaciones y consumos. Todos los Defender están asociados a un cambio automático de 8 velocidades y a una tracción total permanente.
El Defender es un coche que tiene una estética retro. Si os fijáis las formas son muy cuadradas, conservando las letras de Defender en el capó, con unas piezas en él para subirse y lavar por ejemplo el techo o llegar a algún árbol y sus faros redondos delanteros como sus faros traseros cuadrados, hacen ese guiño a su antepasado. Existen 11 colores de carrocería, siendo el nuestro el Gondwana Stone, el cual se puede pedir con una película protectora en mate por unos 4800 euros para conservar intacta la pintura de nuestro Defender, si vamos a darle un uso muy off road.
Las llantas pueden ir desde las 18” a las 22” del V8, en este caso tenemos unas de 20”. Y ahora veamos su interior.
Su interior muestra detalles tanto lujosos como prácticos, gracias a todo el suelo forrado en goma para poder limpiarlo si vamos fuera de asfalto y lo ensuciamos. En las plazas delanteras vemos dos asientos de cuero que son bastante cómodos y notamos que hay mucho espacio entre el conductor y el acompañante con una consola central muy grande, donde podríamos colocar otro asiento de manera opcional. Como detalles de lujo encontramos una buena calidad de materiales en las zonas más altas y un sistema de infoentretenimiento de 11,4” con muchísimas información 4×4, cámaras de 360 grados que se ven de cine, mapas y por supuesto conectividad plena. Debajo de esta pantalla encontramos la palanca del cambio automático y los mandos para manejar todas las herramientas para salir fuera de asfalto y para manejar el climatizador bizona, que podría ser trizona de manera opcional. El puesto de conducción es ergonómico gracias a una posición bastante alta de conducción y una instrumentación en este caso semianalógica, con una pantalla central donde podremos ver abundante información. El volante es muy grande y está forrado en cuero, además en el vemos los típicos mandos para manejar el control crucero, movernos por la instrumentación y el sistema multimedia.
Las plazas traseras tienen un acceso algo complejo, ya que al ser un tres puertas, nos toca mover el asiento para acceder. Dentro encontramos tres plazas completamente utilizables para tres personas, gracias a la buena anchura del coche. Encontramos además salidas de aire, salidas USB-C y hasta un apoyabrazos central con dos posavasos.
El maletero es de apertura manual y lateral y dentro nos esconde 297 litros, una capacidad algo justa, pero hay que tener en cuenta que estamos ante un Defender 90. En este maletero encontramos un suelo forrado en goma para limpiar mejor, una salida de 220V como las de nuestra propia casa, una salida de mechero y unos botones para subir y bajar la suspensión neumática.
En marcha este Defender va de maravilla, se nota que es un coche de lujo, y es que el nivel de confort e insonoridad es brutal. Su 3.0 diésel de 6 cilindros y 200cv, mueve muy bien al conjunto e incluso nos deleita con un sonido precioso del motor. Nos entrega 430Nm de par a las 1.400rpm, homologando un consumo de unos 8,6 litros, que en nuestra prueba de más de 600km combinando todo tipo de vías, consumió 9,5 litros. Gracias a los 83,5 litros de deposito de diésel podremos hacer más de 800km del tirón. En carretera de curvas se nota un coche algo torpe debido a los balanceos de carrocería y por su poca aerodinámica y en ciudad gracias a un gran radio de giro, se maniobra genial con él. La visibilidad es buena en casi todos los ángulos y parece que vas manejando todo como si estuvieras en un camión, es una pasada. La parte trasera, sí que es verdad que se ve algo mal desde el espejo interior debido a la rueda de repuesto y los reposacabezas traseros.
La caja de cambios automática de 8 velocidades y tipo convertidor de par tiene un gran funcionamiento gracias a su suavidad en las transiciones y su efectividad, aunque echamos en falta unas levas detrás del volante.
Respecto a ayudas a la conducción este Defender con las más avanzadas del mercado, pudiéndose optar por instalar un control crucero adaptativo con stop and go.
Fuera de asfalto este Defender es una máquina. Los neumáticos de campo Goodyear Wrangler son perfectos para salir de la carretera y tener una buena adherencia en zonas donde el agarre sea mínimo, esto se trata de un opcional Off Road que Land Rover nos permite instalar. Como ya sabéis este Defender cuenta con reductora electrónica, bloqueo del diferencial central y trasero y diversos modos de conducción específicos para salir al campo: Hierba/gravilla/nieve, barro/roderas, arena, arrastre en rocas y vadeo.
Ahora hablemos de sus cotas todoterreno, porque son espectaculares cuando la suspensión está en su posición más alta, llamada todoterreno. La altura libre al suelo es de 29,1cm, el ángulo de entrada de 38 grados, el ventral de 31 y el de salida de 40, por lo que tocar en zonas complicadas es difícil. La capacidad de vadeo es de 900mm, una barbaridad, además gracias al modo vadeo y al monitor podemos ver la altura del agua cuando pasemos por un charco de gran profundidad.
Como ya sabéis cuenta con un chasis monocasco, con el que Land Rover asegura una mayor rigidez torsional, y esa suspensión neumática, y esto se nota sobre todo a la hora de pasar dubbies, ya que las rueda que queda colgando no baja mucho, por lo que no aporta agarre, pero es que el control de tracción actúa increíblemente bien y con los diferenciales traseros y centrales bloqueados pasa por donde queramos, no hemos echado en falta prácticamente nunca un bloqueo del diferencial delantero, cosa que si equipa el Mercedes clase G y el Jeep Wrangler Rubicon. Ya habéis visto, se puede ir rápido por zonas de barro, grietas y zonas complicadas. No hay cuesta que se le resista y aquí es donde realmente se ve que es un todoterreno muy muy capaz.
Los precios para este Defender 90 parten de los 75.100 euros, mientras que nuestra unidad se va hasta más o menos los 88.000 euros.