Después de probar el pequeño Mazda 2, nos quedamos con ganas de saber cómo iría el resto de la gama de Mazda, por lo que decidimos pasar al siguiente segmento y ver las cualidades del compacto japonés: el Mazda 3.
El Mazda 3 es el compacto de la marca japonesa. También está disponible en carrocería de 4 puertas, llamada Sport Sedan. Mide 4,47m de largo, 1,79 de ancho y 1,45 de alto. Los acabados son, en orden creciente: ORIGIN, EVOLUTION, BLACK TECH EDITION, ZENITH Y ZENITH WHITE. Los motores disponibles para este compacto son el motor gasolina 2.0 Skyactive-G de 120 o 165cv (atmosféricos) y los motores diésel 1.5 Skyactive-D de 105cv y 2.2 de 150cv. El cambio podrá ser manual o automático convertidor de par, ambos de 6 velocidades. Nuestra versión es el Black Tech Edition y el motor 1.5 Skyactive-D de 105cv y caja manual de 6 velocidades.
El diseño KODO que viste a la gama Mazda es de lo mejor que existe actualmente en el mercado. No pasa desapercibido en ningún lugar, ni en montaña ni en la costa. Su estética es maravillosa,con unas lineas suaves y un color Soul Red que agrada a la vista. El frontal se caracteriza por una parrilla pequeña y unos faros afilados, además de tener en el capó unas lineas que tienden a estilizar más aun esta parte delantera. En el lateral, el juego de líneas que elevan la cintura combinan perfectamente con unas llantas Bright Dark de 18″, equipadas con unos Michelin Pilot Sport. En la parte trasera destacan los dos faros afilados que continúan la linea lateral. Debajo encontramos un difusor en negro que envuelve una cola de escape.
Junto a la tecnología Skyactive de los motores Mazda, en sus vehículos también esta equipada la tecnología Activsense, que incorpora ayudas a la conducción como pueden ser: control de ángulo muerto y aviso de tráfico trasero, aviso de cambio involuntario de carril, asistencia de frenada con reconocimiento de peatones, reconocimiento de señales y cámara trasera. También, dentro de la tecnología Skyactive se encuentra el G-Vectoring control, que nos proporcionará un ajuste en el par de las ruedas delanteras para conseguir una conducción mucho mas suave y eficiente, aumentando la autoconfianza, control y comodidad en la conducción del Mazda. Lo que acabas de leer en estas líneas es el conjunto de características que Mazda denomina como requisitos para conseguir la unión entre el piloto y el coche, cual jinete y caballo, lo que los japoneses denominan Jinba Ittai.
El interior destaca por una gran calidad de materiales empleados. Plásticos blandos y detalles de diseño caracterizan a este buen habítaculo, de correcto espacio. El puesto del piloto es cómodo y completo: el cuadro de instrumentos es de único marcador, con las revoluciones en analógico y el velocímetro en digital, tipo motocicleta. Los mandos en el volante son correctos. El sistema de infoentretenimiento se muestra en una pantalla de 7″ táctil cuando nos encontramos parados. En marcha, el táctil se desactivará y solo podremos manejarla desde una botonera próxima a la caja de cambios. El sistema está completo, pero se echa en falta conectividad Android Auto o Apple Car Play. Contamos con climatizador bizona y con freno de mano eléctrico. Los asientos son muy confortables y nos dan un agarre lateral notable, siendo su aspecto algo deportivo. Los huecos del interior son de tamaño correcto, tanto en las puertas como en la consola central.
Las plazas traseras también gozan de buen espacio y de buenas calidades. Tanto nuestras piernas como nuestra cabeza tienen espacio de sobra para viajar cómodamente. La plaza central, sin embargo, se ve penalizada debido al túnel de transmisión algo pronunciado y al duro respaldo, ya que es un reposabrazos con dos portabebidas. Los huecos son pequeños y contamos con bolsillos en los respaldos de los asientos delanteros y anclajes ISOFIX.
El maletero es de apertura manual y dentro de él hay 364 litros de capacidad (en la media del segmento). Las formas son regulares y una luz con interruptor nos ayudará a a organizar la carga de noche. Debajo, se encuentra el kit antipinchazos.
Damos al botón de arranque (arranque sin llave en el Mazda 3) y nos ponemos en marcha. El motor que monta nuestra unidad es el 1.5 diésel de 105cv. Es un motor que mueve correctamente a este compacto, sin esperar unos resultados explosivos o demoledores. Es suficiente si eres una persona que no necesita potencia y que prefiera calma en carretera. Aun así, recalcamos que es un motor correcto y suficiente para mover los 1260kg que pesa este Mazda. La dirección es muy suave e informativa. No podemos elegir entre distintos modos de conducción (Normal, Eco, Sport) ya que este Mazda esta enfocado más al confort y a la marcha suave que a una conducción radical.
Las suspensiones filtran excelentemente y son cómodas tanto en ciudad como en viajes largos, mostrando en todo momento un gran aplomo a la carretera (las llantas en 18″ con neumáticos Michelin Pilot Sport contribuyen mucho en este aspecto). La caja de cambios manual de 6 relaciones muestra un escalonamiento perfecto y un paso de marcha corto y muy suave. Es muy recomendable de elegir el cambio manual. Los consumos obtenidos fueron, en carretera, desde 4’6 yendo a velocidad de autovía, hasta 5’3 con equipaje y velocidad a 120 km/h. En ciudad el consumo sube hasta los 5’6 litros. El combinado se queda en los 4’9, un consumo muy optimizado. Nuestra unidad, con el equipamiento mostrado, está en torno a los 24.600 euros.