El SEAT Ibiza es el turismo del segmento B de la marca española. Esta quinta generación se lanzó al mercado en el año 2017, y recientemente acaba de recibir un restyling de media vida para actualizarse y ponerse a la altura de la tecnología de los últimos modelos de la gama SEAT. Se ofrece en 3 acabados: Reference, Style y FR, que a su vez tienen en opción un nivel de equipamiento Plus.
Los motores gasolina disponibles son el propulsor 1.0 MPI de 80cv y caja de cambios manual de 5 velocidades, el 1.0 TSI de 110cv y caja manual de 6 relaciones, y el 1.5TSI de 150cv con cambio automático DSG7. También existe una propulsión de gas natural comprimido, que sería el 1.0 TGI de 90cv y caja manual de 6 relaciones.
En su diseño exterior no apreciamos apenas cambios. Sigue midiendo 4,06M de largo, 1,78M de ancho y 1,44M de alto. El frontal sigue siendo el mismo, aunque ahora los faros serán siempre de LED. En el lateral encontramos unas llantas nuevas, en este caso de 18” en opción que le sientan de cine. Y en la trasera, sin novedades excepto en la tipografía.
En su interior es donde más cambios se han introducido, comenzando por el volante: de nueva factura, es idéntico al que integra el SEAT León, con un excelente diseño y mandos físicos. El cuadro de instrumentos es el clásico Digital Cockpit de 10,25″ con todo tipo de información acerca de consumos y trayecto, mapa de la navegación, ayudas a la conducción… El sistema multimedia también es nuevo, de 9,2″ con conectividad plena inalámbrica, navegación, reglajes y ajustes del vehículo, sensores y cámara trasera. La interfaz es moderna y su funcionamiento, fluido. Los asientos en este acabado FR Plus son más elaborados en cuanto al diseño, aunque no llegan a ser del todo deportivos. Destaca su gran confort y por su calefacción en dos intensidades, y sus reglajes son manuales. Por 883€ puedes equiparle techo panorámico practicable (muy recomendable). El sistema de sonido Beats nos hará disfrutar de cada trayecto gracias a su notable sonido.
Las plazas traseras son amplias dentro de lo que puede ofrecer un coche del segmento B: el espacio para piernas y para la cabeza es más que correcto, sin grandes lujos. Las calidades en estas plazas se notan más básicas, tanto en la puerta como en los asientos, aunque siguen siendo cómodos. La plaza central es estrecha y el túnel de transmisión estorba al colocar las piernas, por lo que esta plaza la reservaremos para viajes cortos y puntuales.
El maletero es de apertura manual y dentro encontramos 355L de capacidad, con formas regulares y con un piso que se puede poner en dos alturas. Debajo encontramos rueda de galleta y el subwoofer del sonido Beats. Abatiendo las plazas traseras obtendremos un total de 1165L.
Dinámicamente este acabado FR sorprende gracias a la gran puesta a punto que ha llevado a cabo la firma española. Hemos podido probarlo en un tramo de montaña y su comportamiento ha sido excelente, y aunque nosotros somos muy nostálgicos de los pequeños deportivos como el Ibiza Cupra de la caja anterior, hemos quedado satisfechos con esta unidad. Su motor de 150cv y 250nm nos ofrece un gran empuje y una potencia más que de sobra para este modelo, que es capaz de realizar el 0-100 en sólo 8,2 segundos. La caja de cambios DSG7 ofrece un cambio de marchas rápido y contundente en una conducción deportiva, pero no es la caja de cambios más cómoda: notamos que es algo brusca a baja velocidad, iniciando la marcha es un poco inquieta. Podremos cambiar de marcha de manera manual gracias a las levas o al pomo de marchas desplazado a la derecha.
Los consumos son buenos, ya que rondan el homologado por el ciclo WLTP. Las cifras se acercan a los 6 litros, por lo que nos parece un número razonable para un coche de 150cv con un motor que no tiene ningún tipo de hibridación o de recuperación de energía. En cuanto a la dirección y suspensión, son los apartados que nos han sorprendido gratamente. La dirección es neutra, más cómoda en el modo normal y ECO, y más dura en el modo Sport. Las suspensiones, denominadas Dual Ride, son muy firmes y proporcionan una gran estabilidad en curva, además de que el filtrado del firme es maravilloso: se nota que en este aspecto SEAT ha puesto todo su mimo. En el tarado de suspensión más duro el Ibiza se vuelve más duro aún y se convierte en un pequeño compacto picante, en un FR puro. En este apartado le damos un sobresaliente.
Los frenos actúan con contundencia sobre los 1166kg que pesa esta unidad, además de que las pinzas son de color rojo gracias al Red Pack. Las ayudas a la conducción son varias: destaca el Travel Assist, que es una combinación del control crucero adaptativo con el control de cambio involuntario de carril, realizando una conducción semiautónoma. También dispone de aviso de precolisión con frenada de emergencia, alerta de tráfico cruzado, sensores y cámara de visión trasera… Un equipamiento muy completo en este acabado FR Plus.
En cuanto a la iluminación, los faros LED ofrecen una gran intensidad lumínica y disponen de luces largas automáticas. En el interior podremos seleccionar la iluminación ambiental en rojo o blanco. Los precios para el SEAT Ibiza parten desde 13.420€ y nuestra unidad de pruebas en acabado FR Plus, color rojo Desire, motor de 150cv y extras, está en torno a 26.000€. Aquí tienes la videoprueba que hemos realizado: