El Skoda Karoq se actualiza para plantar cara a los últimos y más modernos rivales de su segmento. Sus medidas son idénticas al anterior, pero por ejemplo ahora cuenta con un mejor coeficiente aerodinámico que le confiere una mejor eficiencia.
Se ofrece en varios acabados: Active, Ambition, Style y Sportline y sus motorizaciones siguen siendo prácticamente las mismas que en el anterior, por lo que es un modelo que no cuenta con ningun tipo de electrificación y todas cuentan con la etiqueta C de la DGT. En gasolina tenemos el 1.0 TSI de 3 cilindros y 110cv con cambio manual de 6 velocidades. Por encima tenemos el 1.5 TSI de 4 cilindros y 150cv, que puede ser manual o automático DSG7 y por encima de este, tenemos el 2.0 TSI de 190cv DSG7 y siempre 4×4. En diésel tenemos los 2.0 TDI de 4 cilindros y 115cv manual o DSG7 y 150cv con cambio manual o DSG7 y una versión 4×4 para la DSG7, con la cual contamos hoy.
Exteriormente los cambios son leves y se centran sobre todo en la parte trasera, con unas nuevas ópticas más afiladas y el diseño del parachoques, la parte delantera también cambian los parachoques y el diseño de las ópticas, que pueden contar con LED matriciales. Otro de los cambios lo vemos en el lateral, donde ahora cuenta con llantas de nueva factura, con funciones más aerodinámicas, que van desde las 16 hasta las 19”, nuestro Sportline cuenta con las bicolor de 18” de serie.
El interior se mantiene intacto al anterior, con una buena calidad de materiales y un buen espacio tanto en las plazas delanteras como en las plazas traseras. Además en este interior tenemos la última tecnología, como por ejemplo un cuadro de instrumentos digital de 10,25” y una pantalla central de 8” con conectividad plena para smartphones de manera inalámbrica. Un detallazo es que el climatizador está completamente separado de la pantalla central, con botones físicos para todas las funciones.
El maletero cuenta con apertura eléctrica en los acabados más altos, y dentro nos esconde 521 litros de capacidad total, un maletero de 10 para irnos de viaje en familia. Además este Sportline cuenta con rueda de repuesto de galleta, una funda de goma por si salimos fuera de asfalto y tenemos que introducir objetos embarrados y una bola de remolque extraíble, que por supuesto es opcional.
En marcha el Karoq es un coche muy cómodo y sobretodo dinámico gracias a este acabado deportivo y a los modos de conducción. El 2.0 TDI de 150cv es el ideal de escoger si vamos a realizar abundantes km al año, ya que cuenta con una gran eficiencia y con unos consumos muy bajos, hablamos de unos 6,3 litros cada 100km. Tenemos las últimas ayudas a la conducción como por ejemplo, el Travel Assist, con el que tendremos la combinación perfecta del control crucero adaptativo, el mantenimiento del carril y el reconocimiento de señales de tráfico, que es capaz de adaptar la velocidad en todo el momento.
Hemos podido probar este Karoq fuera de asfalto y nos ha dado muy buenas sensación gracias a su tracción 4×4, conectable cuando el Karoq cree que puede perder algo de tracción en el eje delantero. Tenemos varios modos de conducción para ello, el modo Snow y el Off Road con el cual tendremos también un control de descensos. Lo hemos podido probar por barro y sale sin problema de zonas algo complejas, la tracción 4×4 hace muy bien su función a pesar de montar unos neumáticos de asfalto, como son estos Turanza de Brigestone. La altura libre al suelo es de 17,3cm, el ángulo de entrada de 18,8 grados y el de salida de 19,8 grados, unas cotas normales para un SUV con el cual podremos salir de rutas off road sencillas y siempre teniendo en cuenta las limitaciones de la altura.
Los precios para este Karoq parten de los 22.800 euros del acabado Active el motor de gasolina de 110cv, mientras que nuestra Sportline 150cv diésel y 4×4 se va hasta los 50.000 euros con los descuentos y promociones de la marca a la hora de realizar esta review.