El Toyota GT86 es el pequeño deportivo coupé de la marca nipona. Llegó al mercado en el año 2012 con el objetivo de enamorar a todos los puristas del mundo del motor, quienes echaban de menos un coche para divertirse que tuviese las características de los deportivos de antaño. Frente a los compactos turboalimentados con tracción delantera y numerosas ayudas electrónicas, se encuentra este GT86, dispuesto a hacer disfrutar a quien lo prueba con su motor bóxer, su tracción trasera y una preparación y puesta a punto perfecta.
Mide 4,24m de largo, 1,77 de ancho y 1,28 de alto. Sólo se ofrece en dos versiones llamadas Sport y Sport Auto, disponiendo de cambio manual en la primera y cambio automático de convertidor de par en la segunda. 6 son los colores en la gama del GT86, siendo el de esta unidad el Rojo Kyuzo.
A finales de 2017 el GT86, llamado así en honor al Sprinter Trueno AE86 o Hachiroku, recibía una serie de novedades que lo hacían aún más atractivo, como unas llantas más deportivas, frenos Brembo y una serie de ajustes en su puesta a punto para mejorar la rigidez del chasis. También recibía cambios estéticos en paragolpes y alerón. El motor bóxer de 2 litros de cilindrada, 4 cilindros y 200cv no recibió un aumento de potencia, y es que tampoco le hacía falta, ya que consigue el 0-100 en 7’6 segundos y las sensaciones que transmite son tan puras que no echas en falta potencia en ningún momento.
En el apartado de luces, el Toyota GT86 equipa faros bi-LED con una gran intensidad de alumbrado.
En el interior encontramos un habitáculo enfocado al disfrute de la conducción, sin grandes lujos ni tecnología pero con buenas calidades y elementos muy racing, como un cuadro de instrumentos analógico con una pequeña pantalla tft con toda la información en tiempo real como consumos, autonomía e indicadores deportivos como las fuerzas G, un cronómetro y la curva del par.
El volante es de un diámetro perfecto, circular, y de un tacto espléndido. En el centro encontramos un sistema de infotainment Toyota Touch 2 de 6’1 pulgadas con navegación, pero sin conectividad. Otros elementos y detalles del interior son el climatizador bizona, la palanca de cambios corta de aspecto deportivo, el freno de mano manual muy pegado al puesto del piloto, y unos asientos de corte deportivo, cómodos y de reglajes manuales. Los huecos que nos ofrece este GT86 son normales, excepto los de las puertas, que son pequeños.
Las plazas traseras están destinadas para un uso muy puntual y para ocupantes pequeños. Disponen de anclajes ISOFIX para llevar sillas de niños. El maletero cuenta con 243L de capacidad, suficientes para llevar algo de equipaje y alguna maleta para un viaje. Este coupé es perfecto para dos personas.
En marcha, podemos comprobar la pureza del conjunto de elementos que conforman este GT86. El motor bóxer 2.0i de 200cv y cuatro cilindros ofrece una curva muy progresiva y elástica, entregándonos 205nm de par entre las 6400 y las 6600, mientras que la máxima potencia no llega hasta las 7000 vueltas. Es un deportivo para disfrutar de las sensaciones a altas vueltas, sin turbo y sin grandes ayudas electrónicas. Intentando unir al máximo al piloto y al coche. Consigue el 0-100 en 7’6 segundos, y obtiene un consumo WLTP de 8’5 litros, una cifra que nos parece más que correcta.
La revisión que hizo Toyota a este modelo a finales de 2017 aportó mejoras a nivel dinámico como más rigidez al chasis, sobre todo en el eje delantero, los frenos Brembo con pinzas de 4 pistones y 326mm en el eje delantero y 2 pistones y 316mm en el eje trasero. La dirección y suspensión transmiten sensaciones de aplomo y seguridad en la conducción deportiva sin dejar de lado los trayectos urbanos, ya que no son excesivamente duras y permiten cualquier tipo de viaje con él.
Los dos botones mágicos que dispone en el interior para desactivar las ayudas electrónicas y permitir el modo Track son el elemento perfecto para este coche. Con su tracción trasera y sus 1297kg de peso, los Michelin Primacy perderán rápidamente el agarre cuando activemos el modo Track y encontraremos ese paso por curva fantástico en el que podremos cruzar el GT86 sin necesidad de ser Carlos Sainz o un piloto de drift profesional.
Las reacciones son muy nobles y nunca nos sentiremos con inseguridad en la conducción deportiva. Sin duda, este GT86 es el deportivo perfecto para los nostálgicos de los deportivos antiguos que reniegan de los compactos turboalimentados de tracción delantera y controles electrónicos.
El precio para este deportivo es de 34.490€ en la versión manual y 36.490€ con el cambio automático. Aquí tienes la videoprueba: